domingo, 25 de enero de 2015

Margarita de Austria y Diego Velázquez en el museo del Prado

 

 




Libro: El pincel de Marfil . Iris Redondo Sánchez
Capítulo  VIII ¿Dónde esta? pag 61

Al salir, el sol brillaba y en el ambiente se respiraba la alegría propia de los días de primavera. 
 –Vaya, no puedo creerlo han hecho una estatua sobre mí, nunca pude imaginar que algo así, ocurriría algún día-exclamó Velázquez al contemplar la escultura que había frente a él, en la puerta principal del museo, donde ya había algunos turistas haciéndose fotos.
-¿Qué son esos pequeños artilugios que tienen en las manos?-preguntó asombrada Margarita.
-¿Has hecho ya la foto?-gritó una voz a lo lejos.
–Al parecer, creo que eso, se llama foto y esas máquinas son las que las hacen. Elaboran como un cuadro en miniatura en apenas unos segundos, es perfecto-hablaba Velázquez a la infanta, ensimismado, fijándose en todo lo que les rodeaba. 
 -¡Despierta!-dijo Margarita  a Velázquez para sacarlo del trance en el que se encontraba.                 
 –He, ¿Qué? sí, venga tenemos que encontrar el cuadro que nos devuelva al Alcázar-le contestó Velázquez aún embelesado por lo que veía.

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